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Historia

Un horno encendido desde 1988

En Villarrubia, un barrio con alma y sabor a pueblo, nació en 1988 un pequeño obrador familiar con un propósito claro: ofrecer pan y dulces artesanos como los de antes, hechos con paciencia, buenos ingredientes y mucho corazón.

Así comenzó la historia de la Pastelería Artesana de Villarrubia. Con una panadería modesta, una familia trabajadora y un horno que no ha dejado de encenderse desde entonces.

35 años

de experiencia

De lo sencillo... a lo especial

Empezamos elaborando pan de pueblo, molletes, hogazas tradicionales. Poco a poco, y siempre escuchando a nuestros vecinos, fuimos incorporando nuevas recetas: tartas caseras, bollería, dulces típicos… hasta convertirnos en un lugar de referencia para quienes buscan lo auténtico.

Nuestra esencia no ha cambiado: seguimos haciendo todo como se hacía antes, con masa madre, fermentaciones lentas, ingredientes naturales y recetas que pasan de generación en generación.

LO QUE SOMOS HOY

Artesanos del pan, maestros del dulce

Actualmente somos un equipo de 19 personas que compartimos la misma ilusión de aquellos primeros días. Nos sentimos afortunados de formar parte de la vida cotidiana de tantas familias: en desayunos, meriendas, celebraciones y momentos especiales.

Además del obrador y la tienda, contamos con una pequeña cafetería donde nuestros clientes pueden disfrutar de todo lo que hacemos en un ambiente acogedor.

Hoy miramos al futuro con las manos en la masa y los pies en la tierra. Seguimos creciendo, aprendiendo, innovando… pero sin dejar de ser lo que siempre hemos sido: una pastelería de barrio que hornea cada día para su gente.

Contacto

Horario de apertura

Llámanos, escríbenos o pásate por nuestra tienda.
Aquí siempre hay algo rico esperándote

957 32 71 71